La pérdida de Ulises Benjamín Amaya, un niño de cuatro años, el pasado jueves a la tarde, dejó a la sociedad conmovida. Cerca de las 17, uno de los tíos lo encontró colgado en un puente en el barrio Jesús de Nazareth de la zona de El Colmenar, a 400 metros aproximadamente de su casa.
Según los investigadores, el cuerpo del niño tenía rastros de haber sido estrangulado pero aún se desconocen las causas de su muerte. “Estaba jugando afuera con otros niños y luego desapareció. Yo estaba trabajando cuando me avisaron lo que había pasado con Benja. Es muy doloroso para todos nosotros y aún no podemos creer”, expresó entre lágrimas Francisco Peñalba, abuelo del niño.
-¿Cómo era Benjamín?
- Era un chiquito… jugaba como todos los niños. Era muy buenito y tenía sus amiguitos acá en el barrio.
-¿Quiénes integran la familia?
-Está mi esposa, ocho hijos y Benjamín que es el hijo de Milagros, una de mis hijas, pero el niño era como mi hijo. Siempre lo crié yo. Incluso, los trataba como hermanitos a sus tíos.
-¿Y el padre del niño?
- Estaba viviendo en Buenos Aires. Le avisamos sobre lo que pasó y realmente no sé si vendrá. Calculo que sí.
- ¿Cuántos años tiene la madre de Benjamín y a qué se dedica?
- Milagros tiene 22 años y trabaja conmigo en una organización; yo soy albañil pero estamos juntos trabajando para el político Jesús Lobo. Es una agrupación de El Colmenar en donde barremos las calles.
- ¿Cómo mantienen a la familia?
- Cobramos planes sociales, pero hace tres meses que no nos pagan; por eso ese día que ocurrió lo de Benja habíamos salido con mi hija para reclamar. Con eso compramos para comer y pagar los impuestos. Mi hija y yo somos los que cobramos y ponemos para la casa.
-¿Qué le gustaba hacer a Benja?
- Salía a jugar con sus amiguitos del barrio y andaba en bicicleta. Era un chico sano (se ríe) y cada vez que veía que el portón de la casa estaba sin candado, se escapaba y salía a jugar. Si no iba al merendero de acá al frente, andaba por acá cerca. Jamás se alejaba tanto por eso es tan raro lo que pasó ahora.
-¿Cómo fue el día de su nieto hasta el momento en que fue encontrado?
-Se despertó temprano, tipo 8 de la mañana. Durante la mañana estuvimos compartiendo y al mediodía, preparamos una sopa y unas milanesas. Nos sentamos a comer y compartimos. Siempre estuvimos juntos. Estuve con él como hasta las 14, o cerca de las 15, que ya me fui a trabajar. Pero él estaba re bien, jugando y compartiendo con su familia.
-¿Qué piensa de lo que pasó?
- Y no sé... Dijeron que estaba ahorcado mi hijito, pero es un chiquito de cuatro años. ¡Solito no se va a ahorcar! En un segundo pasó todo esto. Nadie sabe nada y nos cansamos de preguntarles a los vecinos sobre Benja pero todos dicen que no saben qué pasó. Yo me enteré mientras trabajaba y sé que mi cuñado lo rescató. Cuando yo llegué, corrí y me lo entregaron a Benja… subimos rápido al auto con un vecino y fuimos rápido al CAPS de acá de El Colmenar. En el auto le hice reanimación pero no volvía. Ya tenía los labios morados pero para mí todavía estaba vivo. En el CAPS ni siquiera tenían oxígeno, un desastre. Se demoraron mucho.
-¿Cómo es su relación con los vecinos?
- Siempre nos llevamos bien con los vecinos. No teníamos enemigos por eso nos sentimos raros por lo que pasó con Benja. Jamás tuvimos algún problema.